Comienzan a llegar los primeros días calurosos y empiezan a aparecer los tan temidos mosquitos que nos despiertan, bien por la picazón en la zona donde nos ha picado o por su molesto zumbido agudo a modo de trompetilla al pasar próximo a alguna de mis orejas. Suelen amargarnos la noche, ya que no se conforman con picarnos una sola vez si no que lo intentaran una y otra vez hasta conseguir, si son capaces, la tan deseada sangre que permitirá a las hembras desarrollar sus huevos con la misma y así poder completar su ciclo biológico y es cuando a la mañana siguiente de nuevo y como todos los años empiezo a decir que de este año no pasa el poner mosquiteras en todas las ventanas de la casa. Pues bien, tras contaros mis desventuras, es el momento de hablar de los mosquitos con sentido un poco más científico, existen en el mundo alrededor de 2.500 especies de mosquitos, de las que algo más de 50 se encuentran en España, siendo el Mosquito común o Mosquito trompetero (Culex pipiens) la especie más abundante, es el típico mosquito que nos suele picar de noche mientras dormimos aunque también lo puede hacer durante el día. Sin embargo, desgraciadamente empiezan a extenderse en los últimos años por España otras especies más peligrosas e invasoras como es el mosquito tigre (Aedes albopictus), especie procedente del sudeste asiático, que ya se ha extendido por África, América y Europa y en la a actualidad, se encuentra distribuido en Cataluña y comienza a invadir también la Comunidad Valenciana.
El entorno natural del mosquito común y las zonas de cría suelen ser lugares donde hay aguas estancadas y con una temperatura bastante templada. Su ciclo de vida no es muy alto, algo más de una semana, durante el cual las hembras depositan grandes cantidades de huevos agrupados en masa en forma de balsas flotantes sobre el agua, después nacen sus larvas que se alimentan de restos microscópicos orgánicos disueltos en el agua y mudan varias veces, se convierten en pupas y de ellas terminan saliendo los adultos que se van volando. Sus hábitos son nocturnos y se muestran mucho más activos por la noche a pesar de la falta de luz ya que se orientan perfectamente en la oscuridad, su actividad comienza con los primeros calores de la primavera y pueden llegar hasta los primeros fríos de noviembre que es cuando las hembras comienzan a refugiarse externamente en grutas y oquedades oscuras, frescas y húmedas, aunque también en zonas habituales para el hombre, tales como, garajes, almacenes, etc., próximas a las viviendas.
El tamaño de los mosquitos adultos no suele ser superior a 5 o 6 milímetros y tienen un color marrón, marrón pajizo o grisáceo que muchas veces le hacen pasar desapercibido, su abdomen está segmentado y marcado por unas líneas transversales blanquecinas, que en el caso de las hembras aumenta en gran tamaño cuando han extraído sangre procedente de una picadura y que permite verse la misma en su interior cuando el abdomen está bien repleto. Su tórax está más endurecido que el abdomen y del mismo salen unas largas patas en relación a su cuerpo, en este caso de color oscuro y uniforme, sin mostrar las tan temidas rayas blancas que presentan los peligrosos mosquitos tigre. En su cabeza, lo que más destacan son sus grandes ojos y sobretodo su larga trompa (tal y como veis en la foto) que es la que penetra en la piel al realizar la picadura, esta trompa está provista de dos canales, el alimenticio, para absorber la sangre, y el salivar, por el que inyectan un anticoagulante. El mecanismo de extracción actúa de la siguiente manera: frente a las proteínas de la saliva, el cuerpo humano envía sangre para neutralizarlo y es cuando el mosquito la absorbe fácilmente por los anticoagulantes, esta absorción de sangre puede durar cerca de 2-2,5 minutos, para así limitar la sensación de picor y seguir chupando tranquilamente, mientras el mosquito segrega unas sustancias antiinflamatorias e inmunopresoras, si bien en algunos casos no terminan de ser totalmente efectivas dados los abones que nos aparecen en las zonas de picadura. Solamente las hembras son quienes pican y detectan por el sudor y calor en humanos y otros animales, sustancias como como el colesterol, el ácido úrico y otra serie de componentes con mayor o menor volatilidad presentes en la sangre, ya que la proteína de la sangre será la que les sirva para fertilizar y desarrollar sus huevos y la que marcará sus preferencias para alimentarse, mientras que los machos se alimentan de polen, jugo de frutas y néctar. Desgraciadamente el mosquito al picar a otros animales y luego a los humanos puede transmitir diferentes enfermedades y de estas las más peligrosas conocidas son las enfermedades tropicales que suelen producir encefalitis y fiebres, otras infecciones parasitarias y los conocidos Virus del Nilo Occidental y Usutu, ya que una simple picadura es suficiente para transmitir la enfermedad, de ahí que se tienda a untar diferentes repelentes en la piel y evitar así en lo posible las picaduras para evitar riesgos.
