Las Garrapatas

La idea que me ha llevado a hablaros en esta ocasión de las garrapatas es debida fundamentalmente a que las conozcamos un poco más y al peligro que hay si nos encontramos con las mismas debido a que sus picaduras presentan el riesgo de que contraigamos enfermedades infecciosas (Tifus, Enfermedad de Lyme, etc.). Fue hace unos tres o cuatro años cuando en uno de mis paseos por el pinar próximo a la Dehesa de El Sotillo cerca del Río Guadarrama,  al volver a casa y mientras me quitaba los pantalones, afortunadamente de color claro, observé un punto grueso sospechoso adherido a una de las perneras, resultó ser una garrapata y entonces empecé a interesarme y conocerlas algo más dado que las mismas pueden generarnos problemas de salud más o menos importantes mientras andamos o corremos al aire libre por el campo, solos, acompañados o con nuestros animales de compañía.

Las garrapatas son ácaros de tamaños que varían desde los pequeños como una cabeza de alfiler a los grandes como el de una judía, constituyen la superfamilia  Ixodoidea, donde fundamentalmente están diferenciadas dos grandes familias reconocidas, familia Ixodidae, que son los ácaros denominados como garrapatas duras, que parasitan fundamentalmente a personas, animales domésticos, animales silvestres y mamíferos de tipo ovino y bovino. La otra gran familia, familia Argasidae, o garrapatas blandas,  parasitan sobre todo a las aves.  Existen alrededor de 900 especies en el mundo, de las que cerca de 40 se han descrito en España. Su morfología, tal y como veis en la fotografía de un ejemplar de 2-3 mm, es muy simple, un cuerpo más o menos redondeado, sin segmentación (idiosoma), donde algunas especies pueden tener un par de ojos laterales. En la familia Ixodidae, en la parte dorsal tienen una gran placa endurecida (el escudo), que las da el calificativo de “garrapatas duras”. Las especies de la, familia Argasidae, no tienen esta placa endurecida y su aspecto externo parece que está recubierto como de cuero. Todas las garrapatas tienen las piezas bucales por donde chupan la sangre separadas del idiosoma, y se conocen por el nombre de gnathosoma o capítulo, solamente cambia su posición dependiendo de a qué familia pertenecen, en la familia Ixodidae están dispuestas en posiciones anteriores, mientras que en la familia Argasidae están localizadas en la parte ventral. El ciclo de vida de una garrapata comienza por la puesta de gran cantidad de huevos dependiendo de la especie, la realizan en el suelo con gran densidad de vegetación, los huevos eclosionan a las 2 semanas y las larvas salen a buscar a su primer hospedante donde alimentarse, mudan hasta convertirse en ninfa y finalmente se transforman en adultos, apareándose y volviendo a poner los huevos para cerrar el ciclo biológico, en todas estas etapas necesitan la sangre para su desarrollo. Su periodo de mayor actividad es desde abril a octubre, los machos mueren al llegar el invierno mientras que las hembras permanecen inactivas hasta llegar la primavera. Durante el tiempo que dura su ciclo biológico deben alimentarse de sangre, en el caso de los adultos cuando chupan la sangre llegan a atiborrarse  de la misma de tal manera que su cuerpo se hincha pudiendo triplicarse su tamaño lo que permite verlas más fácilmente y es el  único momento en el que tiene contacto con el huésped al que detectan mediante un órgano sensorial que tienen en las patas y una vez localizado se mueven buscando zonas donde picar, casi siempre con poco pelo en los humanos y sobre todo en abdomen, cara y orejas, en los animales. Este comportamiento en las garrapatas hace que debamos de tomar unas determinadas precauciones en nuestros paseos por el campo, solos o con nuestros animales de compañía o en las visitas a animales de granjas y no está demás que miremos nuestra ropa al volver antes de entrar a casa por si lleváramos inquilinos adheridos y también al desnudarnos revisar nuestro cuerpo, donde en numerosas ocasiones han sido detectadas, fundamentalmente en zonas húmedas del cuerpo, pliegues de la piel, axilas, ingles, cuero cabelludo, detrás de las orejas, parte trasera del cuello, ombligo, cintura, detrás de las rodillas, entre las piernas, no se sabe cómo se metieron pero ahí estaban y por supuesto, controlar a nuestras mascotas si hubiesen salido con nosotros también al paseo. Si fuese el caso y vemos alguna adherida en nuestra ropa, lo mejor es quitarnos la prenda y aplicar calor, por ejemplo con un secador, durante unos minutos para matar a la garrapata pegada a la ropa, despegarla con unas pinzas y después a la lavadora. Generalmente las garrapatas se encuentran en zonas herbáceas donde crecen gramíneas altas y con muchos árboles o arbustos y como no pueden volar ni saltar, se sujetan a ti con sus patas sobre nuestra ropa al rozarnos con las mismas o a la piel de los animales en nuestros paseos si estás lo suficientemente cerca de ellas. Por ello, como no sabemos si están presentes o no lo mejor es usar ropa larga con colores más bien claros y también meter los extremos de los pantalones dentro de los calcetines o ajustar los extremos de los mismos con alguna cinta de velcro, los más cuidadosos incluso usan repelentes específicos de garrapatas sobre la ropa con productos que contienen permetrina.  Respecto a si tienes adherida una garrapata a la piel, a pesar de que hay muchas indicaciones en relación a cómo extraerlas uno mismo, son complicadas y probablemente por mucho cuidado que pongamos no lo haremos adecuadamente. LO MEJOR ES IR A URGENCIAS DE UN CENTRO DE SALUD, donde los profesionales lo harán perfectamente dada su gran experiencia, además de desinfectar y proporcionar el tratamiento más adecuado, incluida cualquier medicación si lo consideran oportuno, junto con un seguimiento de unos días por si hubiesen efectos secundarios necesarios de controlar. Algunos de los síntomas, en el caso de una picadura sin la presencia de la garrapata adherida a la piel, suelen ser dolor o erupción en la zona de la picadura, formación de una vesícula sobre la piel, picazón y llegado el caso, dolor de cabeza y fiebre por lo que se recomienda ir al Centro de Salud, para que diagnostiquen realmente a que son debidos estos síntomas. En los animales de compañía es recomendable la visita a su veterinario lo antes posible y como prevención lo mejor es ponerlos collares protectores antiparásitos recomendados para estos casos.

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