CUIDADO CON LOS CHAMPIÑONES

Ya han aparecido las lluvias y empiezan a salir las setas donde muchas personas conocen de sobra las bonitas y ricas setas conocidas por el nombre de champiñones, tanto los silvestres como los cultivados, que nos venden habitualmente en los mercados. El lío viene cuando se va al campo a recoger los bonitos champiñones silvestres en los que muchas de las personas poco expertas que van a buscarlos y cogerlos consideran que todos los champiñones silvestres son comestibles, pero hay que tener mucho cuidado, también existen champiñones tóxicos o venenosos. Aunque habitualmente los llamamos por el nombre vulgar o común de champiñones, estas setas pertenecen a un importante y amplio grupo del género Agaricus  (donde se estima por los expertos que hay alrededor de 300 especies en el mundo) y donde se pueden identificar tanto especies comestibles como tóxicas o venenosas, muy parecidas entre sí, que incluso se dan en los mismos sitios donde crecen y conviven juntas unas con otras, lo que las hace ser muy fáciles de confundir incluso para los expertos buscadores de setas. Aunque se dan reglas estrictas de identificación, el uso de guías especializadas, aprendizaje en Asociaciones Micológicas, etc.,  todos los años aparecen noticias sobre personas intoxicadas con cuadros que van desde leves hasta graves que han ingerido estas setas y no han sido capaces de diferenciar los champiñones comestibles de los tóxicos.

Uno de los caracteres importantes para su clasificación es que se dividen en dos grandes grupos; flavescentes, los que amarillean al cortarlos o frotar la superficie del sombrero y pie de la seta con los dedos, quedando la misma manchada con diferentes grados de intensidad de amarillo pasados unos segundos y los que al frotarlos permanecen inalterables y no cambia su superficie de color o sonrosean o enrojecen (rubescentes) con una intensidad variable. Habitualmente los que amarillean al sobarlos o frotarlos, suelen ser los sospechosos y culpables de las tan temidas intoxicaciones, sin embargo para complicar más la situación, dentro de los que amarillean, los hay tanto tóxicos como comestibles, por lo que el amarilleamiento no es un factor totalmente determinante para decir que todos los que amarillean son tóxicos. Dentro de los champiñones que amarillean, los que muestran además olores desagradables, olor a fenol, etc., son por lo general los champiñones tóxicos. Sin embargo, hay otros que amarillean y que tienen otros olores más agradables, como olor a almendras amargas, olores anisados, etc.,  y suelen ser comestibles. Lo malo es que por el olor es muy fácil confundirse ya que este se disimula muchas veces por diversos factores, la lluvia prácticamente hace desaparecer el olor, dependiendo de la madurez de la seta va a oler mucho  o poco, etc., como podéis ver este factor puede ser muy engañoso y terminar por intoxicarnos. Y como decía anteriormente, ya para rematarlo del todo, indicaros que en el mismo sitio donde los veis se encuentran juntos tanto champiñones comestibles como tóxicos con un aspecto externo prácticamente idéntico, solo diferenciables para los expertos mediante estudios microscópicos de su estructura interna. El tipo de intoxicación que producen suele ser muchas veces, una complicada digestión, una diarrea, etc.,  que si bien inicialmente no suelen ser de gravedad, sin embargo puede agravarse con el paso del tiempo, y sobre todo puede ser muy peligrosa en personas de salud delicada y en los niños.  Deciros que todas estas características están referidas a ejemplares en condiciones idóneas de desarrollo, desechando los ejemplares muy jóvenes, que al no estar desarrollados totalmente pueden confundirse con otros tipos de setas venenosas mortales o ejemplares ya pasados de madurez, que por razones lógicas, su consumo no es recomendable. Dentro de los más comunes o más habituales, os doy una pequeña clasificación básica de los que son tóxicos o comestibles.

Flavescentes: Agaricus xanthodermus (tóxica), Agaricus sylvicola (sospechosa), Agaricus arvensis (comestible), Agaricus urinascens (comestible), Agaricus placomyces (tóxica), Agaricus iodosmus (tóxica)

Rubescentes: Agaricus campestris (comestible), Agaricus macrosporus  (comestible), Agaricus bisporus (comestible), Agaricus bitorquis (comestible), Agaricus benesii (comestible), Agaricus sylvaticus (comestible), Agaricus langei (comestible)

Así pues, mi consejo, es que si no los conocéis bien, no los cojáis, ya que pertenecen a un género de setas difícil de identificar y solo te puedes lanzar a recolectarlos cuando vayas con personas expertas que los llevan recogiendo toda la vida y los conocen bastante bien, aunque también estos se equivocan alguna vez, tal y como leemos por las noticias de los periódicos. Ante la más mínima duda, lo mejor es fotografiarlos y después de haber disfrutado del paseo por el campo, iros a un bar y que te pongan una rica tapa de los mismos, seguro que disfrutarás de la salida al campo y después en el bar mojando pan en la rica salsita que ha quedado en el plato. Para finalizar, os coloco algunas fotos para confirmar las dificultades que existen para identificarlos salvo que seas un experimentado experto.

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