
Ya estamos en los meses de octubre y pronto noviembre que sobre todo son los meses más típicos de invierno para recolectar setas en el campo. Habitualmente cuando se acercan estos meses, se habla mucho de las setas más conocidas, de las que empiezan a escribir en las revistas y hablar de ellas en los programas de las cadenas locales de televisión, muchas veces con muy poca idea de los que están hablando y solamente buscando la noticia tremendista, lo que se traduce en transmitir mucha desinformación a la audiencia que sale a recoger las setas. Son protagonistas sobre todo de los níscalos, todo tipo de Boletus, las setas de cardo, pie azul, etc., que cuando se dan las condiciones climáticas adecuadas salen en gran cantidad y esto anima a los seteros y menos seteros a salir al campo y muchas veces arrasar todo por donde pasan. Pues bien, en esta ocasión os voy a hablar de una seta muy bonita cuando la vemos, distinta en su forma y hábitat de las que solemos coger en el campo y buen comestible en su estado muy joven. Se trata del Laetiporus sulphureus, conocida como “seta pollo”, “Pollo de los bosques”, etc., es una seta comestible en estado muy joven y que incluso en otros países también es bastante apreciada por su uso medicinal. Es un poliporal, es decir que en lugar de tener láminas bajo el sombrero, que es como las que veis más habitualmente, tiene tubos y poros y se diferencia de los Boletales, en que estos últimos que también tienen tubos y poros, sin embargo estos pueden separarse fácilmente con los dedos de la carne de debajo del sombrero, mientras que en los poliporales los tubos y poros no se separan y si se intentas hacerlo se destroza la seta con la carne, tubos y poros entremezclados.
El Laetiporus sulphureus, se desarrolla y alcanza grandes tamaños, suele estar formado por un único sombrero más o menos aplanado o en forma de aglomerado de abanicos superpuestos con el margen muy ondulado, más o menos grueso y redondeado que va adelgazando conforme se va desarrollando la seta. Su color es muy llamativo que va desde el amarillo azufre a tonos anaranjados más o menos intensos, los cuales van apagándose conforme se va secando la seta adquiriendo tonos blanquecinos, además si los intentas recoger cuando están secos se deshacen como si fuese serrín. Su fructificación es anual, es decir que todos los años se desarrollan y terminan cayéndose del árbol que habitan, a diferencia de otros poliporales plurianuales que van acumulando capas en las que la más exterior es la correspondiente al año más actual en el que se desarrollan. Es una especie común que fructifica, sobre árboles vivos generalmente sobre planifolios (arboles de hojas anchas y planas), fundamentalmente álamos, chopos, robles y castaños, sauces, falsas acacias, hayas, etc., además esta especie está considerada como seta parásita que ataca al árbol enfermo por cualquier herida o por una mala poda y comienza a desarrollarse internamente su micelio apareciendo la seta a principio del otoño desarrollándose lentamente fundamentalmente entre noviembre y diciembre y que poco a poco va destruyendo al árbol internamente conforme pasan los años. Crece adherido directamente a la corteza del árbol y su desarrollo se realiza sobre la corteza de árbol hospedante donde adquiere una forma siempre carente de pie en forma de una única consola aplanada o una agrupación de ellos a modo de un amplio abanico de ejemplares. Se le considera por mucha gente como un buen comestible solamente cuando los ejemplares son muy jóvenes, ya que su carne es muy blanda, con un color interno que va desde blanquecino a amarillenta, después es coriácea y dura y ya no se hace comestible por razones obvias. Su olor es agradable y su sabor recuerda al del pollo frito, si se le corta en rodajas finas y se fríe, de ahí el nombre que recibe de “seta pollo” y en Inglaterra es bastante apreciado y se le conoce como “Chicken of the Woods” o “ Pollo de los Bosques”.
Fundamentalmente su consumo se ha de llevar a cabo cuando los ejemplares son muy jóvenes, habitualmente la forma de cocinarlos previo lavado para quitar restos no deseados, es a la plancha, en revueltos o empanados y si se quiere ser más sofisticado en google hay múltiples recetas para los más lanzados. Sin embargo, muchas personas experimentan reacciones de intolerancia que pueden ser graves, incluidos vómitos y fiebre y estudios realizados establecen que la causa de estas reacciones es una lectina que exhibe actividades hemolíticas y de hemaglutinación. Por lo que se recomienda observar y tener mucho cuidado a la hora de consumirlo ya que el efecto negativo puede darse de diferente forma a los distintos miembros de una misma familia. Desde el punto de vista medicinal, es bastante apreciado en algunos países europeos y asiáticos, ya que presenta numerosas propiedades medicinales como una cierta actividad antioxidante, antitumoral y antimicrobiana.
