
Los musgos, los vemos por todas partes y casi no reparamos en ellos, aparecen todos los años tomando unas preciosas tonalidades verdes sobre todo en piedras y rocas al caer las primeras lluvias, también en las paredes de casas donde sus muros han sido recubiertos de piedra que aunque se secan con los calores estivales reviven de nuevo cuando vuelve el clima húmedo. Además de adornar, cumplen unas funciones importantes que vamos a ver brevemente.
Para empezar ¿qué son los musgos y para qué sirven?, Los musgos son plantas verdes, de pequeño tamaño que van desde unos milímetros hasta algunos centímetros, aunque algunas especies llegan a alcanzar algunos metros. No se dan en medios marinos y viven sobre el suelo creando tapices verdes, en rocas o como epífitos (que viven sobre otra planta, sin alimentarse a expensas de esta), sobre todo en sitios húmedos y en agua dulce fijados o flotando formando asociaciones. ¿Cuáles son las características que los diferencia de otras plantas?, pues que los musgos son vegetales que pertenecen al grupo de las briófitas, que no poseen un refuerzo de lignina en sus paredes celulares y por lo tanto no tienen raíces ni tejidos vasculares, sino que absorben agua y nutrientes del aire a través de toda su superficie y no presentan partes leñosas rígidas como las plantas vasculares, tales como árboles, arbustos, hierbas y helechos. Los musgos muestran una gran diversidad de especies, en el mundo son del orden de 15000, de las que alrededor de 1000 especies están localizadas en España.
¿Cómo identificamos a los musgos?. Son agrupaciones de reducido tamaño de un color verde llamativo debido a la clorofila, provistas de pequeñísimas hojas insertadas a un tallo diminuto y sujeto a una base de raicillas (rizoides). Así pues, podríamos decir que en su cuerpo se distinguen tres partes: rizoides, caulidio y filoides, equivalentes a la raíz, tallo y hojas de las plantas cormofitas y además no producen semillas y tampoco tienen vasos conductores, su tamaño es tan pequeño que no los necesitan, aunque lo cierto es que el musgo absorbe agua y sales minerales por toda su superficie. Solamente precisan vivir sobre una superficie húmeda ya que necesitan bastante agua y humedad para poder sobrevivir, por ejemplo sobre una roca, sobre un tronco de un árbol, pero siempre a la sombra. La reproducción de los musgos se realiza mediante esporas, que se producen a miles en unas cápsulas especializadas (esporangios) donde posteriormente son desplazadas por el viento y propician que germinen donde se den las condiciones apropiadas en la que cada una de las esporas regeneran la parte verde del nuevo musgo, sin embargo los musgos tienen dos importantes limitaciones: su pequeño tamaño y su incapacidad para retener agua, por tanto se deshidratan rápidamente y esto retiene su crecimiento, en compensación, sobreviven durante largos periodos volviendo a renacer cuando captan de nuevo el agua y además otras de sus ventajas son su gran capacidad de aguantar fríos o calores extremos, excesos de luz e inclusive la carencia de minerales nutrientes. Por eso, a los musgos se les suele encontrar principalmente en áreas frías y húmedas, también son comunes en áreas selváticas o con grandes precipitaciones y en los bordes de cursos de agua e incluso en grietas entre las piedras que pavimentan calles húmedas de las ciudades, Son plantas delicadas y su regeneración en caso de deterioro puede alcanzar tiempos excesivamente largos de hasta cerca los 40-50 años.
Los musgos cumplen algunas funciones fundamentales tales como la retención de agua (incluso varias veces el peso de su cuerpo) y al liberarla lentamente favorecen la infiltración de la lluvia. Otra, es ayudar a disminuir la erosión del suelo y mantenimiento de la humedad atmosférica, que no es poco, esto los hace alcanzar gran importancia ecológica, económica y cultural. De hecho, los musgos afectan a todas las funciones principales del suelo, aumentando el secuestro de carbono, el ciclo de nutrientes y la descomposición de la materia orgánica, procesos que son fundamentales para la vida en la Tierra. Se ha comprobado que el suelo bajo los musgos tiene más nitrógeno, fósforo y magnesio, y una mayor actividad de las enzimas del suelo que las superficies desnudas sin plantas. Son continuamente estudiados como indicadores de contaminación ambiental ya que son muy sensibles a la misma, por lo que se utilizan como bioindicadores y también se le dan otros usos comerciales, tales como, arreglos florales, en jardinería, como componente de empaquetado, en agricultura como mejoradores de suelo e incluso como material de construcción. También sirven de alimento a animales de las zonas donde crecen, sobre todo en lugares muy fríos, siendo parte importante en la dieta de renos, caribús, topillos y algunos tipos de ánades.
Desde el punto de vista para la salud, en general determinadas especies de musgos tienen compuestos químicos que se están estudiando en medicina como antitumorales, anticancerígenos, antifúngicos y antialérgicos.
