Saltícidos. Las arañas saltadoras

Entre los meses de mayo y junio comienzan a verse con mayor intensidad hasta llegar los primeros fríos del invierno unas pequeñas arañas que habitualmente no reparamos en ellas y que se mueven a gran velocidad dando unos saltos desproporcionados con respecto al tamaño que tienen. Su constante movimiento no pasa desapercibido a la vista sobre todo en el campo y en las casas periurbanas donde se las ve corretear por el suelo y paredes externas de la casa o por las hojas de plantas y setos del propio jardín e incluso al abrir las ventanas para airear las casas a veces se introducen en las mismas y vemos algunas sobre las paredes.

Dentro del orden Araneae, se encuentran estos saltícidos o arañas saltadoras pertenecientes a la familia Salticidae que constituyen una de las familias de arañas más nutrida en especies y que en el mundo pueden agrupar hasta 4000 especies descritas y catalogadas dependiendo del experto consultado. De estas, con las consabidas reservas, puede estimarse que el número de taxones de esta familia de arañas en la Península Ibérica está próximo a las 1400.

Habitualmente con un tamaño muy pequeño, sobre todo las especies autóctonas, que oscila en estado adulto y con las patas extendidas desde 2 hasta 10 milímetros como mucho (1 centímetro=10 milímetros), son sumamente veloces en sus desplazamientos y los saltos que dan tienen gran recorrido para el pequeño tamaño que poseen, dejando siempre como único rastro un resistente hilo de seda anclado en el punto de partida que les acompaña mientras son transportadas por el aire hasta el sitio de aterrizaje y que muchas veces, sin reparar en ello, hemos visto por los reflejos que la luz solar genera al moverse o balancearse este fino hilo con alguna ligera brisa de viento.

¿Qué tienen de particular estas arañas?

• Tienen cuatro pares de ojos en la cabeza. Cuatro de ellos frontales situados centralmente de los que dos de ellos son característicos por su gran tamaño respecto al resto, lo que les proporciona una gran agudeza visual y están especializados para poder mirar con gran nitidez a relativamente grandes distancias. Los otros dos pares de ojos más pequeños se encuentran distribuidos lateralmente y sirven de complemento, lo que permite visualizar prácticamente los 360º del campo de visión, haciendo difícil el pillar a estas arañas por sorpresa ya que no necesitan girarse para controlar todo su entorno.
• Su cuerpo diminuto está cubierto de gran cantidad de pelos en la cabeza (cefalotórax), cuerpo (abdomen), en las patas y pedipalpos, con unas iridiscencias y colores muy vistosos, no apreciables a simple vista y solamente visibles cuando acercamos alguna lente de aumento y podemos verlos con detalle.
• A pesar de ser tan pequeñas en tamaño, su constitución es muy compacta y robusta sin dar ningún aspecto de fragilidad.
• Los pedipalpos son apéndices táctiles semejantes a las patas pero que habitualmente no se apoyan en el suelo. Su función principal es la de manipular las presas y actúan como órganos sensibles para palpar o incluso servirse como ayudantes para trepar. En los machos de las arañas saltadoras son muy llamativos al estar engrosados debido a que en su interior está el órgano copulador, además de actuar como señuelos ornamentales mediante continuos movimientos para atraer a la hembra durante el cortejo.
• No construyen telas de arañas a diferencia de otras especies y cazan al acecho, atacando a sus presas a gran velocidad o mediante saltos certeros que pueden ser incluso laterales o hacia atrás.
• Son cazadoras diurnas y por la noche o cuando las inclemencias del tiempo no son favorables, se envuelven en un pequeño capullo que le sirve de refugio bajo una piedra u hoja de alguna planta.
• Entre la primavera y verano, es la época de apareamiento y puesta de huevos, llegando a depositar la hembra hasta 100 huevos que quedan protegidos bajo una roca o vegetación en un saco de seda hasta su eclosión.
• Son especies depredadoras e inyectan el veneno con sus quelíceros a sus presas, fundamentalmente insectos de todo tipo y otras especies de arañas, para paralizarlas y predigerirlas mediante succión.

Habitualmente estas arañas producen veneno pero en una cantidad tan pequeña que la picadura producida no es considerada particularmente peligrosa para los seres humanos por la cantidad inyectada, salvo aquellos casos excepcionales, en que se padezca algún tipo de alergia, aún sin saberlo, y que puede originar una reacción anafiláctica.

Al ver presencia humana suelen huir rápidamente cuando se sienten amenazadas y solo si se han introducido accidentalmente entre alguna de las vestimentas pueden picar originando alguna hinchazón o comezón que en el mayor de los casos remite en poco tiempo mediante un tratamiento con alguna pomada específica o si perduran o complican los síntomas con el tiempo requieren la atención médica.

Para finalizar, os muestro algunas de las especies más comunes de arañas saltadoras. La mayoría de las especies fotografiadas tienen un pequeñísimo tamaño, alrededor de 5 milímetros y solamente alguna de ellas puede alcanzar como máximo entre 8-10 milímetros, donde podéis ver algunos de los detalles mencionados anteriormente y que no son visibles a simple vista. Espero que esta breve exposición haya servido para mostraros el fascinante mundo de estas pequeñas miniaturas y que la próxima vez que veamos alguna de ellas la observemos y miremos con un poco más de atención, respeto y cariño.