Los hongos que habitan en los árboles (Hongos xilófagos)

Tanto en el campo como en las ciudades e incluso pueblos más o menos pequeños habitualmente solemos ir mirando al suelo o al frente la mayoría de las veces y pocas son las que dirigimos nuestra mirada hacia las ramas altas de los árboles donde nos podemos encontrar con atractivas sorpresas, una de ellas es la de poder ver algunos de los bonitos hongos que viven en los troncos o ramas  de los árboles. A estos hongos se les denomina “xilófagos” (se alimentan de los componentes que constituyen la madera, causándola graves daños) y aunque bonitos de ver, desgraciadamente muchas veces son indicativos de la futura muerte del árbol que hospedan en más o menos tiempo.

Fundamentalmente, los hongos se diferencian de los vegetales en que son incapaces de sintetizar compuestos orgánicos (no producen clorofila) y por tanto solo se nutren de las sustancias elaboradas por otros seres vivos. De los animales; en que la digestión se realiza fuera del propio organismo, y además se reproducen por esporas o por gemación. Por tanto, debido a la ausencia de clorofila, los hongos necesitan obtener los compuestos orgánicos de otro ser vivo y por su forma de conseguir los alimentos pueden ser, Simbióticos, Saprófitos y Parásitos. Los Hongos Simbióticos o Micorrizicos, son aquellos en los que se da una relación simbiótica o beneficiosa entre determinados hongos y las raíces de los árboles y plantas (habitualmente el resultado es un mayor y más rápido desarrollo para ambas especies). Hongos Saprófitos son los que viven sobre materia muerta orgánica en descomposición (restos de plantas secas, hojas y ramas caídas de los árboles, animales muertos, o incluso excrementos de animales) nutriéndose de ella hasta que se agota y desaparece la misma. Mientras que los dos primeros son hongos beneficiosos los Hongos Parásitos, son aquellos que se alojan sobre algún ser vivo que los hospeda, viviendo a expensas de éste sin ofrecerle ningún beneficio a cambio e incluso causándole daño.

Inicialmente los “hongos xilófagos” empiezan a colonizar y desarrollarse en el árbol como saprófitos aprovechando zonas de la corteza del árbol que están muertas por donde se han producido podas inadecuadas, heridas o daños, sin embargo también a la vez pueden actuar de manera parásita introduciéndose y atacando las diferentes capas de crecimiento del árbol, debilitándolo y dejándole finalmente hueco sin que se aprecie a simple vista hasta que la rotura de alguna de sus ramas más gruesas, muchas veces por el propio peso, indica que el mismo está hospedado por el consabido hongo, si es que no ha sido antes localizado y talado para evitar cualquier accidente.

En la imagen y fotografía adjuntas se puede ver como las causas mencionadas anteriormente que han producido el daño en el tronco o ramas del árbol, provocan que los hongos se vayan introduciendo lentamente y produzcan la infección que va aumentando con el paso del tiempo, dejando el micelio enraizado en el interior a la vez que en el exterior se van desarrollando los hongos con sus estructuras fructíferas que a veces aparecen individualmente, se secan y caen cada año o que se agrupan sucesivamente con las procedentes de años anteriores dependiendo de la especie de hongo xilófago.

Hongos parasitando el interior del tronco o ramas del árbol y cuerpos fructíferos desarrollados en el exterior de la zona dañada

Para finalizar, se muestran algunos de estos hongos de los más vistosos observados en diversos árboles y tocones, para que la próxima vez que veáis uno de ellos os recuerde este pequeño artículo divulgativo que estáis leyendo.

 

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