El Muérdago, el antiguo adorno navideño

Los que somos más mayores recordamos como en nuestra niñez cuando se aproximaban las fiestas navideñas y nos acercábamos con nuestros padres, para los que vivíamos en Madrid, supongo que en otros lugares de España era más o menos igual, a los mercados navideños de la Plaza Mayor y otros mercadillos de barrio, a comprar, zambombas, panderos o panderetas, además de figuras, musgos y otros elementos para nuestros nacimientos, junto con pinos, abetos, decoraciones y bolas para los árboles navideños, también se nos iban los ojos hacia los grandes montones atados y agrupados en el suelo de ramas de acebo y muérdago que servían para hacer coronas o adornos como elementos decorativos para la casa y como costumbre de regalar a las personas más queridas.

Hoy en día el muérdago es un gran desconocido para las generaciones más jóvenes, entre otras causas porque se le considera tóxico y está incluido dentro de la lista de plantas cuya venta al público quedó prohibida o restringida por razón de su toxicidad, su uso y comercialización se limita a la elaboración de especialidades farmacéuticas, fórmulas magistrales, preparados oficinales, cepas homeopáticas y a la investigación. Estas restricciones, originaron una disminución progresiva de las cantidades de muérdago que se cortaban en tiempos pasados quedando básicamente solo su comercialización en forma de ramas con sus frutos en pequeñas bolsas durante el mes de diciembre, principalmente como símbolo de la buena suerte, o la venta controlada de plantas en los viveros. Respecto a su recogida en el campo, actualmente está prohibido el corte de las ramas que parasitan fundamentalmente los pinos en la Sierra de Guadarrama, aquí en la Comunidad de Madrid y solo es posible recoger los restos caídos al suelo, siempre que sean para usos personales, para adornos, para montar los belenes y los árboles de Navidad  junto con las piñas de pino y pinocha, ramas, cortezas y pequeñas piedras, quedando expresamente prohibido recoger acebo, tejo o alcornoque, y también sus frutos y semillas, al estar consideradas especies protegidas.

Todos los que vivimos esos tiempos pasados todavía recordamos y disfrutamos esta preciosa planta con sus bonitas hojas y frutos decorando las puertas de las casas y actualmente viéndole en el campo, si se le conoce, formando grandes bolas verdes abrazando las ramas altas de los pinos parasitados. Colgar una rama de muérdago en la puerta de casa durante la Navidad fue y continúa siendo una tradición de las más queridas en esas fechas y tiene una historia que se retrae a los tiempos antiguos y la historia del muérdago continua ligada a sus antiguas creencias y leyendas.

¿Pero porqué el muérdago tiene y ha tenido tanto protagonismo en nuestra sociedad?

Conocido desde la antigüedad era empleado por sus virtudes medicinales y por sus supuestas atribuciones mágicas, el muérdago ha proporcionado numerosas creencias y leyendas que se han ido transmitiendo hasta nuestros días y ya se utilizaba en numerosos rituales antiguos donde los sacerdotes druidas le consideraban una planta protectora y cortarle era todo un rito. Lo usaban en sus ceremonias en el solsticio de invierno, la leyenda cuenta que aquellos que crecían en los robles para poder cogerlo, debían pedir permiso a la planta, cortarlo de una sola vez, cuando la luna llena durara seis días y la planta no podría tocar el suelo, o de lo contrario padecerían de maldad para el resto de sus vidas. Nuevas creencias empezaron a extenderse en las que se transmitía que debía de compartirse con otra persona ya que fomentaba la buena suerte para ambos, también junto a esta, otra nos dice que esta planta simboliza el amor y que los enamorados para fomentar el amor y la futura fertilidad debían darse un beso debajo de una puerta donde estuviera puesto el muérdago. La tradición de decorar las casas y sobre todo las puertas de entrada como una forma de atraer a la suerte y sobre todo durante las fiestas navideñas se debe a que los mendigos en el siglo XIX pedían dinero en Navidad con un muérdago en la mano, es por lo que esta planta se ha hecho más famosa en esta época del año.

¿Cómo es la planta del muérdago?

La planta del muérdago es oriunda de lugares templados o tropicales, especialmente Europa y algunas zonas de Asia meridional, pertenece a la familia Viscaceae, donde se conocen alrededor de1300 especies de muérdago en el mundo. El muérdago más común en Europa es el muérdago blanco (Viscum album), que es el que vemos habitualmente en España y mayormente en la Comunidad de Madrid y es una planta semiparásita, pues es capaz de realizar su propia fotosíntesis,  a diferencia de una planta totalmente parásita que tomaría todos los nutrientes que necesita para vivir de la otra planta. Se caracteriza porque parasita las partes aéreas de numerosas especies de árboles, principalmente pinos, aunque también sobre otros tipos de árboles planifolios (robles, encinas, álamos, castaños, hayas, etc.). El muérdago, tiene los tallos articulados y siempre verdes, se van dividiendo en ramas en todas las direcciones que se encuentran divididas por nudos con algunas púas. Las hojas son crasas y carnosas y tiene tanto flores masculinas como femeninas de color amarillo. El muérdago nace de una semilla que se pega a una rama del árbol o de cualquier arbusto y allí mismo germina, se inserta al árbol mediante unos órganos parecidos a las raíces denominados haustorios por los cuales profundiza en la corteza hasta atravesarla y llegar al leño, donde extrae la savia proporcionando un detrimento progresivo del árbol parasitado al que puede llegar a agotar y producirle la muerte. Cuando el muérdago es adulto y está en pleno desarrollo produce gran cantidad de ramas formando bolas más o menos esféricas que pueden llegar a medir hasta un metro de altura o más si se va extendiendo por la rama del pino, es longevo y puede vivir hasta 30-35 años. La propagación y dispersión de la planta se realiza por medio de las semillas de los frutos con forma de bayas blancas que no son comestibles para las personas y maduran a finales de otoño.  Contienen una sustancia pegajosa (la viscina) que las hace adherirse a los picos de las aves al comerlas y al roce para limpiarse o al ser defecadas se agarran a otras ramas con un pequeño filamento a modo de «rosario» donde se enraízan en las propias ramas o bien son transportadas a otros árboles que posteriormente parasitarán para continuar aumentando la contaminación. En décadas pasadas, los más viejos recordamos que de estas bayas se obtenía, la liga,  una pasta pegajosa que se utilizaba para cazar pájaros, cuando aún estaba permitido, untándola sobre ramas con reclamos donde al posarse quedaban pegados y eran cogidos por los antiguos cazadores de pájaros. A pesar de su gran belleza y el papel que juega fundamental en los ecosistemas a los cuales pertenece, pues sirve de alimento, abrigo y hogar a aves, principalmente tordos y mirlos e insectos que comparten su hábitat, está catalogado como auténtica plaga. El corte de las ramas enfermas del árbol parasitado no elimina el problema, pues el muérdago tiene la capacidad de emitir nuevas matas a partir de los haustorios y la propagación por las semillas pegajosas continúan infectando a las ramas inferiores o a otros pinos de menor tamaño continuando con la propagación de la plaga. La erradicación o disminución del número de plantas es un auténtico problema ya que no existen sistemas concretos, básicamente no hay tratamientos químicos que se hayan mostrado totalmente eficaces para eliminar el muérdago de los árboles infectados, los herbicidas ensayados son poco selectivos y podrían tener efectos sobre otras especies vegetales que no han sido estudiados en profundidad, por lo que actualmente todos los esfuerzos consisten en la tala de los árboles más contaminados y la mayor eliminación de semillas que se puedan para así dificultar su dispersión a los árboles sanos..

Para finalizar, no hay que olvidar que el muérdago al estar considerada una planta tóxica, su empleo medicinal por tener una serie de contraindicaciones en determinadas enfermedades, ha de estar restringido exclusivamente a la prescripción médica. Su toxicidad se debe a las viscotoxinas que se encuentran en frutos, hojas y tallos que pueden dar lugar a una intoxicación grave si no se toman en las dosis aceptables y adecuadas proporcionadas por facultativos cualificados.  No obstante, desde el punto de vista medicinal, la medicina naturista, una de las terapias englobadas en la denominada Medicina alternativa ha considerado al muérdago como muy apreciado desde la antigüedad por sus propiedades medicinales y sus seguidores lo siguen utilizando para mejorar la salud por la infinidad de propiedades que posee, por sus propiedades antiinflamatorias, sedantes, contra afecciones de la piel, cálculos renales, equilibrio del ritmo cardiaco, enfermedades de tipo degenerativo e incluso en tratamientos de diferentes tipos de cáncer en pacientes que reciben radioterapia o quimioterapia.

Así pues, ahora cada vez que veáis el muérdago, tanto en los bosques de nuestra Comunidad sobre las ramas de los pinos mayormente, formando densas bolas sobre sus ramas, como en Navidad colgado en algún hogar sabréis que no solo sirve para recrear la romántica tradición de los besos, sino que es también una fascinante planta, que forma parte de la ecología de los bosques de nuestro planeta.

 

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